Clínica del dolor

En la proloterapia, se inyectan pequeñas cantidades de anestésico local y una solución rica en glucosa que favorece la regeneración tisular. En caso de la proloterapia perineural únicamente dextrosa a baja concentración generalmente guiada con ultrasonidos. Es muy  frecuente tener que repetir la técnica mensualmente hasta en 6 o más ocasiones. El sitio de inyección puede ser miofascial, intraarticular, subcutáneo o perineural y es una excelente alternativa a las clásicas infiltraciones con esteroides.

La radiofrecuencia es un método para lesionar estructuras nerviosas (antiguamente llamada rizolisis) mediante la aplicación de una corriente eléctrica de alta frecuencia que va a provocar un aumento de la temperatura (60º-90ºC) en el electrodo situado en la punta de una aguja especial, con destrucción de estructuras implicadas en la transmisión del dolor, dependiendo del nivel anatómico donde se aplique. Es la llamada radiofrecuencia térmica o convencional, en contraposición a la radiofrecuencia pulsada donde la temperatura del electrodo no excede de 42ºC provocando en este caso una neuromodulación del dolor.

Con la formación y el entrenamiento adecuado se considera una técnica segura, si bien va a depender mucho de las peculiaridades de localización de la punta de la aguja según cada necesidad (neuralgia del trigémino, dolor de espalda, hernia de disco, dolor de rodilla, etc…)

En la Clínica Dolor Dr Vázquez le asesoraremos de la mejor opción disponible en su caso particular.

La infiltración consiste en administrar un medicamento (por ejemplo, antiinflamatorios, anestésicos locales o toxina botulínica) en la cercanía donde existe una lesión.  Para ello nos ayudamos de los ultrasonidos (ecografía) o de los rayos X. En ocasiones es necesario realizar una infiltración para llegar a un diagnóstico, y otras veces constituye el tratamiento.  Se infiltra dentro de la propia articulación (rodilla, hombro o cadera) o en la vecindad de estructuras musculares o nerviosas. Le aconsejaremos la mejor opción en su caso.

La neuroestimulación consiste en el implante de electrodos para generar una corriente eléctrica y tratar así ciertos tipo de dolor neuropático refractario. Se pueden colocar para  estimular la médula espinal en la región cervical, torácica o lumbar así como a nivel periférico dependiendo del síndrome doloroso.